Cómo cambiar tu nombre legalmente en EE. UU.
Cambiar tu nombre legalmente en Estados Unidos es un proceso más común de lo que muchos creen, pero los requisitos varían bastante según la razón. No es lo mismo adoptar el apellido de tu cónyuge al casarte que modificar tu nombre de pila por elección personal.
Esta guía te explica las opciones legales, los documentos que necesitarás y los pasos a seguir una vez que tengas la aprobación oficial.
Cambio de nombre por matrimonio o divorcio
Esta es la opción más directa y menos costosa, ya que no suele requerir un juicio aparte.
Matrimonio:
En la mayoría de los estados, el certificado de matrimonio sirve como documento legal para el cambio de nombre; no necesitas una orden judicial adicional. Al solicitar la licencia de matrimonio, a menudo se te pedirá que indiques tu nuevo nombre. Una vez que tengas el certificado oficial (la copia certificada, no la conmemorativa), puedes usarlo para actualizar tu Seguro Social y licencia de conducir.
Divorcio:
Si te estás divorciando y quieres recuperar tu apellido de soltera o soltero, asegúrate de solicitarlo en los documentos iniciales del proceso. El juez incluirá el cambio de nombre en la sentencia final (el decreto de divorcio). Si lo olvidas, podrías tener que iniciar un trámite de cambio de nombre separado más adelante, lo que implicará tiempo y costos adicionales.
Petición de cambio de nombre ante la corte
Si buscas cambiar tu nombre por razones personales (como que no te guste, sea difícil de pronunciar o quieras anglicisarlo), debes presentar una petición en la corte superior de tu condado.
Los pasos generales son:
- Llenar los formularios: Debes completar la “Petición de Cambio de Nombre” y una “Orden de Justificación” (Order to Show Cause). En estos documentos, explica claramente por qué quieres el cambio. Los jueces suelen aprobarlo a menos que intentes evadir deudas, antecedentes penales o cometer fraude.
- Pagar la tarifa: La presentación de estos papeles en la secretaría del tribunal (County Clerk) tiene un costo que, según el estado, suele oscilar entre $150 y $450. Si no puedes cubrirlo, puedes solicitar una exención de tarifas (fee waiver).
- Publicar el aviso: Muchos estados exigen que publiques un anuncio en un periódico local para informar tu intención de cambiar de nombre. Esto permite que el público esté al tanto y que alguien se oponga si tiene una razón válida (por ejemplo, un acreedor).
- La audiencia: Después de unas semanas, asistirás a una breve audiencia. Si todo está en orden y nadie se opone, el juez firmará el decreto de cambio de nombre.
El cambio de nombre para menores de edad
Cambiar el nombre de un niño es un proceso más riguroso para proteger los derechos de ambos padres. Si ambos están de acuerdo, el trámite es similar al de un adulto: se llenan formularios y se asiste a la corte.
La complejidad surge si uno de los padres no está de acuerdo o está ausente. En esos casos, el padre solicitante debe demostrar que notificó al otro padre sobre la audiencia. Si el otro padre se opone, el juez tomará una decisión basándose en el “mejor interés del niño”, evaluando factores como el tiempo que el niño ha usado el nombre actual o la relación con cada padre.
Actualización de documentos: El paso final
Obtener la orden del juez o el certificado de matrimonio es solo el primer paso. Para que el cambio sea efectivo en tu vida diaria, debes actualizar tus identificaciones en un orden específico:
- Administración del Seguro Social (SSA): Este es el primer paso obligatorio. Debes completar el formulario SS-5 y presentar tu documento legal (sentencia de la corte o certificado de matrimonio) junto con una identificación vigente.
- Licencia de conducir o ID estatal: Espera al menos 24 a 48 horas después de visitar el Seguro Social para que el sistema se actualice. Luego dirígete al DMV.
- Pasaporte: Debes enviar tu pasaporte actual, el formulario correspondiente (DS-5504, DS-82 o DS-11, según tu caso) y la prueba original del cambio de nombre.
Una vez que tengas estos documentos clave, podrás actualizar tus cuentas bancarias, tarjetas de crédito, registros médicos y contratos de alquiler, entre otros.