La realidad de los precios: Desde $500 hasta $11,000
El costo de un divorcio en Estados Unidos cambia mucho, dependiendo del estado donde vivas y, sobre todo, de qué tan dispuestos estén a colaborar tú y tu pareja. Puedes gastar tan poco como las tasas de la corte (filing fees) si haces todo el papeleo por tu cuenta, o pasar de los $15,000 si las disputas se alargan.
Generalmente, los gastos se dividen en dos tipos:
- Tasas judiciales: Son obligatorias para empezar el proceso. A nivel nacional, suelen estar entre $100 y $400, según el condado y el estado.
- Honorarios legales: Aquí es donde el presupuesto suele dispararse. Los abogados de familia cobran por hora, con tarifas que van de $250 a $500.
Si el divorcio es de mutuo acuerdo (no disputado), el costo total se mantiene bajo, promediando unos $4,000 a $5,000 incluso si buscas asistencia legal básica. Si el divorcio es contencioso y necesitan ir a juicio, el promedio nacional sube fácilmente por encima de los $11,000 por persona.
Factores que disparan el presupuesto
Algunas cosas hacen que el contador del abogado no pare y que la factura final aumente:
- Custodia y manutención de los hijos: Las discusiones sobre quién se queda con los niños y cuánto dinero se debe pagar mensualmente son la razón principal de los litigios caros. Muchas veces se necesitan evaluaciones de terceros o mediadores.
- División de bienes complejos: Si tienen una casa, cuentas de jubilación (como un 401k), negocios o deudas compartidas, separar estos activos toma tiempo y papeleo extra.
- Mala comunicación: Cada correo, llamada o documento que tu abogado tenga que responder cuesta. Si usas a tu abogado para desahogarte o para pelear por cosas sin valor, estarás gastando miles de dólares sin necesidad.
Cómo reducir los gastos legales
Puedes bajar mucho el impacto financiero si tomas buenas decisiones desde el principio. Estas son algunas opciones para cuidar tu bolsillo:
1. Opta por un divorcio de mutuo acuerdo
La mejor manera de ahorrar es llegar a un acuerdo con tu pareja sobre todos los términos (bienes y custodia) antes de presentar la demanda. Si llegan al juzgado con un acuerdo firmado, el juez solo tiene que revisarlo y aprobarlo. Esto evita muchas horas de trabajo legal.
2. Representación de alcance limitado (“Unbundled Services”)
No siempre necesitas un abogado para todo el proceso. Muchos profesionales ofrecen servicios parciales. Puedes pagarles solo para tareas específicas, como revisar el acuerdo final o redactar un documento complicado, mientras tú te encargas de los demás trámites.
3. Divorcio “Pro Se” (Sin abogado)
Si no tienen hijos menores, no poseen bienes importantes y están de acuerdo en todo, puedes hacer el trámite tú mismo. La mayoría de las cortes locales tienen centros de ayuda o sitios web con los formularios que necesitas, sin costo extra.
4. Organiza tu documentación
Si contratas a un abogado, ponle las cosas fáciles. Entrega tus estados de cuenta, declaraciones de impuestos y listas de activos de forma ordenada y completa desde la primera reunión. Si tu abogado tiene que buscar papeles o poner en orden una caja de recibos, te cobrará ese tiempo administrativo al mismo precio que su tarifa legal.