¿Cuál es la diferencia entre el Capítulo 7 y el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras?

Capítulo 7 y Capítulo 11
Imagen de Melinda Gimpel

En Estados Unidos, dependiendo del tipo de quiebra, los pagos de las deudas deben ser tratados de forma diferente. Por ejemplo, en el Capítulo 11 de la Ley Federal de Quiebras de los Estados Unidos, se establece que las deudas se deberán reestructurar de tal forma que el pago de las mismas se convierta en algo más asequible. Por otro lado, el Capítulo 7 de la misma ley, que hace referencia al tipo más común de bancarrota, establece que algunas deudas deberán ser condonadas. Para esto, una gran parte de los bienes del deudor se venden, o se liquidan, para pagar lo que más se pueda de la deuda. En resumidas cuentas, se puede decir que el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras es aplicable para corporaciones y dueños de negocios, mientras que el Capítulo 7 favorece a los individuos.

Existen 4 diferentes tipos de declaraciones de quiebra dentro de la Ley Federal de Quiebras (Título onceavo del Código de los Estados Unidos):

  • Capítulo 7.   Liquidación.
  • Capítulo 11.  Reorganización, reestructuración y recuperación de la quiebra.
  • Capítulo 12.  Ajuste de las deudas de una familia agricultora con un ingreso anual regular.
  • Capítulo 13.  Ajuste de las deudas de un individuo con un ingreso regular.

La principal diferencia entre el Capítulo 7 y el Capítulo 11 es que al declararse en quiebra y optar por el Capítulo 7, los bienes del deudor se rematan para saldar la deuda a los acreedores, mientras que en el capítulo 11, el deudor negocia con sus acreedores para cambiar los términos del préstamo sin tener que rematar sus bienes.

Tabla de comparación

Capítulo 11
Capítulo 7
También conocido como… Reorganización, reestructuración y recuperación de la quiebra. Liquidación de la deuda
¿Se venden o rematan los bienes del deudor? No. Si, aunque no aplica para todos los bienes. Dependiendo del caso, algunos son exentos y por lo tanto no se venden.
¿Se nombra un representante legal o fideicomisario? Si. Si.
¿Cuál es su papel? El papel del representante legal es trabajar con el deudor para estructurar un plan de pagos y saldar las deudas principales. Procurar la seguridad de los bienes. la venta y remate de estos y el pago a los acreedores en orden prioritario.
¿Existe la condonación de la deuda? No. Sólo se cambian los términos del pago de la deuda. Si. La deuda puede ser perdonada totalmente cuando la venta de los bienes no cubra el total de la deuda.
¿Quiénes pueden aplicar? Negocios, individuos, parejas, entre otros. De la misma forma, pueden pedirla los dueños de negocios, individuos o parejas.

Contenidos: Capítulo 7 vs. Capítulo 11

1. ¿En qué momento se debería considerar el declararse en quiebra?

1.1 Otras formas de saldar las deudas

2. ¿Quién puede aplicar para el Capítulo 11 o para el Capítulo 7?
3. Asesoría crediticia y educación del deudor
4. ¿Cómo aplicar?
5. Bloqueo automático
6. Primera reunión de los acreedores y el tribunal de quiebras
7. Cancelación de la deuda contra reestructuración de la deuda

7.1 Bienes exentos

8. Liquidación de la deuda contra pago de la deuda
9. Costos
10. Efectos del Capítulo 7 y del Capítulo 11 sobre el historial crediticio
11. Uso comercial del Capítulo 7 y del Capítulo 11
12. Referencias (en inglés)

¿En qué momento se debería considerar el declararse en quiebra?

Declarase en quiebra, o en bancarrota en Estados Unidos es una opción para aquellos que se sienten incapaces de pagar sus deudas. Aun así, esta deberá ser considerada solamente como última opción, pues esta tiene consecuencias negativas a largo plazo en el ranking o clasificación crediticia.

Otras formas de saldar las deudas

A menudo los acreedores optan por vender sus deudas a agencias de cobranza. Estas suelen usar tácticas más bien agresivas para recuperar el total, o tanto como sea posible, de la deuda. Aun así, existen opciones, como la Ley de Reportes Crediticios Justos (Fair Credit Reporting Act) para anular las deudas no aseguradas. Esto principalmente debido a que a menudo estas agencias no poseen la documentación necesaria para obligar legalmente a los deudores a pagar.

¿Quién puede aplicar para el Capítulo 11 o para el Capítulo 7?

En la mayoría de los casos, las personas se inclinan por el Capítulo 7 (además del 13). Este capítulo, en particular es elegido por aquellas personas que buscan un “nuevo comienzo”. No obstante, las empresas también pueden y suelen optar por este apartado. Este tipo de bancarrota se enfoca en saldar tantas deudas como sean posibles y liquidar activos para así pagar las deudas restantes, las que no pueden ser pagadas.

Para poder declararse en quiebra ya sea en el Capítulo 7 o el 11, no existe una cantidad mínima de deuda. Sin embargo para declararse en bancarrota dentro del capítulo 7, los individuos deben pasar una especie de comprobación de medios, mediante la cual se comprueba una deuda muy grande e incontrolable y/o un ingreso bajo que complique el pago de esta. Para aquellas personas con ingresos suficientes es más difícil que se apruebe su solicitud de bancarrota en el capítulo 7.

En el Capítulo 11, el cual es más caro que el 7, está típicamente destinado a medianas y grandes empresas y negocios. Sin embargo, los negocios pequeños y los propietarios únicos también pueden considerar este tipo de bancarrota. A diferencia del Capítulo 7, el Capítulo 11 no liquida activos o bienes, sólo reestructura la deuda. Esta acción le permite al deudor proteger sus bienes, como un negocio establecido, por ejemplo, de ser usados para liquidar la deuda. En caso de tratarse de un propietario único, es decir, sin accionistas o inversionistas, y pequeños negocios, el Capítulo 11 afecta tanto a los bienes personales como a los referentes al negocio.

Asesoría crediticia y educación del deudor

Antes de tramitar cualquier tipo de bancarrota, los individuos deben obligatoriamente cumplir con al menos 60 minutos de formación y asesoría crediticia y dos horas de curso en educación del deudor. El Programa Fiduciario de los Estados Unidos posee un listado de consejeros y asesores en créditos y cursos de educación al deudor aprobados por el gobierno.

Durante esta asesoría, un consejero financiero ayuda al deudor a crear un presupuesto y agotar las alternativas antes de optar por la bancarrota. En cuanto a la educación del deudor, este resulta más bien un curso educativo que enseña a los individuos el correcto manejo del dinero y los créditos. Estos cursos tienen la intención de ayudar al deudor a evitar la bancarrota en el futuro.

Tras concluir exitosamente estos dos programas, los individuos reciben un certificado de quien da el curso. Estos certificados son parte de la evidencia requerida para que un deudor pueda tramitar su bancarrota.

¿Cómo aplicar?

Con la llegada de los trámites electrónicos, las personas ahora pueden llevar a cabo este trámite sin la ayuda de un abogado especialista en quiebras. La Form B200 contiene listas donde se pueden comprobar los requisitos para cada tipo de quiebra. No obstante, tanto el capítulo 7, como el Capítulo 11 son procesos muy complejos para aquellos que no estén familiarizados con el Código de Quiebras de los Estados Unidos y cualquier falla en el trámite o en el papeleo, puede significar el rechazo del trámite por parte de la corte. Lo que es aún peor, si la información no es estrictamente precisa, se le puede considerar criminalmente fraudulenta.

Los individuos no pueden llevar a cabo este trámite si se les ha rechazado el mismo dentro de los últimos 180 días, por lo que es muy importante tener toda la evidencia reunida antes y durante el trámite.

Bloqueo automático

Tan pronto como se llena una solicitud de bancarrota, y antes de que esta sea aprobada o rechazada, se emite un bloqueo automático sobre todos los prestamistas. Este bloqueo impide que los acreedores intenten cobrarle al deudor y evita que lo puedan demandar o intenten embargar su hogar. Esta medida supone un alivio inmediato para las personas que han optado por declararse en quiebra. Aún más importante, evita que los acreedores usen tácticas abusivas de último momento para recuperar tanto de su dinero como les sea posible. Esta protección es vigente durante todo el trámite de la bancarrota.

Primera reunión de los acreedores y el tribunal de quiebras

Salvo que el acreedor se encuentre peleando la liquidación de la deuda, pocas veces deben ir a las audiencias en el tribunal de quiebras. En vez de esto, existe la “Primera reunión de los Acreedores” la cual es una junta que tiene lugar entre los primeros 30-40 días después de iniciado el proceso. A pesar de su nombre, los acreedores rara vez asisten a esta reunión. En su lugar, suelen enviar a sus abogados para que trabajen directamente con los abogados del deudor. Este es otro motivo por el cual podría resultar prudente contratar un abogado para que acompañe al deudor durante todo el proceso.

Esta reunión no es vigilada por un juez de quiebras, sino por un tutor, es decir, una persona que se encargará de administrar la quiebra del individuo. Estos tutores son designados por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. En algunas cláusulas del Capítulo 11, se usa un director de reestructuración en lugar de un tutor.

En ambos procesos (7 y 11) quien busca la reestructuración de la duda jura responder sinceramente las preguntas de los tutores. Incluso, estas reuniones suelen ser son muy cortas, a menos que se sospeche de la información proporcionada por el deudor.

Una diferencia muy grande en el Capítulo 11 es que la reorganización del negocio será administrada completamente por el tutor a lo largo del proceso. Si un negocio tiene buenas proyecciones a largo plazo, es muy probable que se le permita seguir operando. De esta forma, el negocio sería capaz de pagar sus propias deudas. Por el contrario, si el negocio debe más que el valor total de sus bienes o sus ganancias proyectadas, es probable que sea vendido. Esto forma parte del proceso de reorganización del Capítulo 11.

Cancelación de la deuda contra reestructuración de la deuda

La cancelación de la deuda es el nombre coloquial de lo que legalmente se conoce como “rehabilitación de la quiebra”. Este es un componente clave del Capítulo 7, aunque también se usa, pero en menor cantidad, en el Capítulo 11. Exceptuando los casos en los que un acreedor se encuentre litigando con un particular, casi todas las rehabilitaciones son aprobadas automáticamente. La corte de quiebras tiene la obligación de enviar una copia de la orden de rehabilitación a todos los acreedores que corresponda. Una vez que existe una orden de rehabilitación, los acreedores deben “perdonar” las deudas enlistadas y dejar de exigir el pago. Según la ley, una deuda rehabilitada deja de deberse.

Este proceso es diferente del de la reorganización de la deuda, el cual es más usado en el Capítulo 11. Tras reorganizar la deuda, esta no puede ser ni rehabilitada ni perdonada. En vez de esto, los términos son organizados de tal forma que sea más fácil para el deudor pagar su deuda.

Una deuda no asegurada, como la de una tarjeta de crédito, tiene más probabilidades de ser perdonada que una no asegurada. Los préstamos de estudiantes nunca son rehabilitados dentro de las quiebras.

Vale la pena notar que las rehabilitaciones de las deudas llegan en diferentes momentos en los Capítulos 7 y 11. Por ejemplo, en el Capítulo 11, el perdón de una deuda se otorga después de que las deudas previamente reorganizadas son pagadas. Por otro lado, en el Capítulo 7 existe un lapso en el que el acreedor puede pedir que una deuda no sea admisible para el proceso de rehabilitación. De dos a cuatro meses después de haber comenzado el proceso de bancarrota en el Capítulo 7, todas las deudas son automáticamente rehabilitadas.

Bienes exentos

En la bancarrota del Capítulo 7, a los individuos se les permite a menudo tener algunos bienes exentos del proceso de liquidación. Lo que puede ser exento de la liquidación varía de acuerdo a cada estado, pero por lo general se trata de bienes como los planes de retiro, autos familiares y ahorros. Algunos estados, como Texas son más indulgentes cuando se trata de exentar propiedades. En cambio otros solo permiten a los deudores quedarse con una pequeña cantidad de dinero en efectivo para cuando el proceso ha terminado.

Las hipotecas raramente se salvan del proceso de bancarrota. Esto quiere decir que quien desee declararse en bancarrota mediante el Capítulo 7 debe continuar pagando la suya. En caso de no poder hacer esos pagos, eventualmente podría llegar a un proceso de embargo, ya sea judicial o no judicial, además de su bancarrota.

De forma similar, el proceso de quiebra no permite al individuo dejar de pagar pensión alimenticia en caso de haberla, ni impuestos.

Liquidación de la deuda contra pago de la deuda

Cuando se tramita el Capítulo 7 de quiebra, un tutor comienza a administrar los bienes del deudor. Estos comienzan a ser liquidados, es decir, vendidos a cambio de efectivo para pagar a sus acreedores.

Las deudas reestructuradas, según el Capítulo 11, deberán continuar siendo pagadas de acuerdo a los términos acordados durante el proceso, por lo general en un periodo de tres a cinco años.

Costos

Declararse en quiebra con el Capítulo 11 suele ser muy caro porque involucra empresas, lo que complica el trámite. Presentar la quiebra en este capítulo suele costar más de $3 mil USD. Las cuotas de los abogados también suelen ser más caras pues el proceso conlleva más aportes legales así como más tiempo (un año o más). Lo que es aún más importante, es más difícil encontrar abogados especialistas en quiebras del Capítulo 11. Esto significa que cuando se encuentra uno, este cobrara más por hora que los abogados que se dedican al capítulo 7 o 13.

Si se compara con el 11, el Capítulo 7 es mucho más asequible e incluso algunas cuotas, como las de los cursos y asesorías, suelen ser condonadas. Esto solo para individuos que no cuenten con el dinero para correr con este gasto. Declararse en quiebra bajo este apartado es relativamente más barato, con un costo promedio de menos de $500 USD, más las cuotas de los abogados.

En muchos casos, declarase en el capítulo 11 cuesta algunos miles de dólares (esto va en relación al tamaño del negocio). El capítulo 7 en total cuesta entre $1000 y $2000 USD.

Efectos del Capítulo 7 y del Capítulo 11 sobre el historial crediticio

Ambos apartados (7 y 11) permanecen diez años en los reportes de crédito a partir de la fecha de declaración. Por otro lado, el capítulo 13 sólo dura siete años en los historiales crediticios.

El efecto de tener una quiebra en los reportes crediticios puede ser sumamente negativo. Esto evita que a los individuos afectados se les pueda otorgar un préstamo o se les apruebe un crédito automotriz. De la misma forma, esto hace que comprar una casa sea prácticamente imposible. A pesar de que esto puede ser especialmente comprensible al principio de la quiebra, pasado el tiempo y con las deudas pagadas, esto puede seguir perjudicando al declarado.

Uso comercial del Capítulo 7 y del Capítulo 11

Los negocios pueden usar ambos tipos de trámites. Escoger entre ambos se resume en lo que el dueño del negocio espera lograr con su empresa a largo plazo. Si el negocio no es rentable o no vale la pena mantenerlo, el Capítulo 7 es la opción razonable. Por otro lado, si el negocio tiene futuro, el Capítulo 11 es la opción a considerar. Aun así, cabe mencionar que muy pocas empresas sobreviven los costos de declararse en quiebra bajo el Capítulo 11.

Referencias (en inglés)

1 comentario en “¿Cuál es la diferencia entre el Capítulo 7 y el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras?”

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