¿Multa por exceso de velocidad? Conoce tus derechos y cómo impugnarla en EE. UU.

No pagues sin pensar: El costo real de una multa

Ver luces rojas y azules en el espejo retrovisor arruina el día de cualquiera. La reacción inmediata de muchos es aceptar la culpa, pagar la multa por correo y tratar de olvidar el incidente. Pero pagar el ticket es como declararse culpable, y eso conlleva consecuencias mucho más caras que el monto que ves impreso.

Después es cuando el golpe duele de verdad. Las compañías de seguros revisan tu historial de manejo con frecuencia. Una sola infracción por exceso de velocidad puede disparar tu prima anual, y ese aumento te persigue por años. Por si fuera poco, en estados como California, Texas o Florida, sumar puntos por infracciones puede llevar a la suspensión de tu licencia, lo que complica ir al trabajo o llevar a tus hijos a la escuela.

Opciones antes de ir a la corte

Antes de decidir ir a juicio, hay alternativas que pueden proteger tu historial de manejo sin tener que pisar una corte.

  • Escuela de tráfico (Traffic School): En muchos condados, si no has tenido multas recientes, puedes tomar un curso de manejo defensivo. Aunque usualmente tienes que pagar la multa y el costo del curso, la infracción no aparece en tu reporte público. Esto evita que tu seguro suba de precio.
  • Errores en el ticket: Revisa cada detalle de la boleta. Si el oficial anotó mal tu nombre, la placa del auto, la fecha o el lugar exacto, podrías tener suerte. A veces, un error técnico, por mínimo que parezca, puede ser suficiente para que la multa se desestime (dismissal) sin tener que ir a juicio.

Estrategias para pelear en la corte

Si decides impugnar la multa, la preparación es tu mejor herramienta. No basta con ir y decir “no iba tan rápido”. Necesitas argumentos sólidos.

Cuestiona el método de medición

La mayoría de las multas se basan en lecturas de radar o láser. Estos dispositivos necesitan calibrarse seguido. Tienes derecho a preguntar cuándo fue la última vez que se calibró el equipo y si el oficial estaba certificado para usarlo ese día. Si no pueden presentar los registros de mantenimiento al día, el juez podría anular la prueba.

Otra defensa común es cuestionar la “velocidad segura”. En algunos estados, el límite de velocidad no es absoluto, sino que depende de las condiciones. Si ibas un poco por encima del límite pero el clima era perfecto, había poco tráfico y era seguro hacerlo, puedes argumentar que tu velocidad no era imprudente.

Defensas por necesidad o defectos

Existen situaciones donde saltarse la ley es la única opción para evitar un problema mayor. Si aceleraste para esquivar un conductor errático o porque tenías una emergencia médica genuina (como una mujer en labor de parto), el juez podría ser indulgente. Ojo, esto no funciona si simplemente llegabas tarde al trabajo.

También observa tu entorno. ¿Estaba el cartel de límite de velocidad tapado por ramas de árboles o grafiti? ¿Faltaba señalización clara? Toma fotos del lugar inmediatamente. Las fotos son muy convincentes para demostrar que no podías ver la señal del límite.

La ausencia del oficial

Finalmente, hay un factor humano que puede jugar a tu favor. El oficial que te multó debe presentarse en la corte para testificar. Si no aparece, en muchas jurisdicciones el juez desestimará el caso automáticamente. No es una garantía, claro, pero pasa más seguido de lo que crees.

Pelear una multa toma tiempo y paciencia, pero cuando consideras el dinero que ahorrarás en seguro y la protección de tu licencia, suele valer la pena el esfuerzo.

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