Para una pequeña empresa con problemas financieros, la bancarrota podría ser la única opción viable. Si necesita ayuda para mantener su empresa a flote, la reestructuración de su deuda bajo el Capítulo 11 o el Capítulo 13 (con limitaciones) podría ser el salvavidas necesario para mantenerse en el negocio. Por el contrario, si su empresa va a cerrar, una quiebra “directa” o de “liquidación” podría ser la mejor opción.
Beneficios de la reorganización para los propietarios de pequeñas empresas.
Los capítulos 11 y 13 permiten a los deudores proponer un plan para reestructurar sus finanzas, lo que puede ayudar a una empresa a mantenerse en el negocio. Si usted califica, un plan del Capítulo 11 o 13 (con limitaciones) puede:
- permitirle retener una propiedad necesaria para operar su negocio,
- darle tiempo para vender los activos que no necesita o no puede seguir pagando (o le alcanza para mantener),
- modificar las condiciones de pago de las deudas garantizadas (como las hipotecas de bienes raíces o los préstamos para comprar equipo),
- y/o eliminar las obligaciones que no puede pagar durante el plazo del plan (sólo en el Capítulo 11).
Cuando existe la posibilidad, la mayoría de los propietarios de pequeñas empresas, eligen el Capítulo 13 en lugar del Capítulo 11 (una empresa grande no puede solicitar el Capítulo 13). Por el contrario, el Capítulo 11 ofrece mayor flexibilidad, pero suele costar demasiado dinero y toma demasiado tiempo como para ser una opción realista para los propietarios de pequeñas empresas.
Elegibilidad para el Capítulo 11 o el Capítulo 13 de bancarrota.
Prácticamente cualquier persona puede aplicar para el Capítulo 11, en cambio en el capítulo 13 muchas empresas no son elegibles.
- Elegibilidad para el Capítulo 13. El capítulo 13 está a disposición de las personas con ingresos regulares. Si usted opera su negocio como un propietario único, puede aprovechar el Capítulo 13 presentando una petición a nombre suyo. Las deudas de su negocio serán incluidas en el plan. Tenga en cuenta que las pequeñas empresas constituidas como corporaciones, sociedades u otras entidades no son elegibles para el Capítulo 13. Sin embargo, esto no quiere decir que alguien que posee un negocio no pueda presentar un Capítulo 13 a nombre individual. El Capítulo 13 también está sujeto a limitaciones de deuda, que cambian periódicamente. A partir de abril de 2019, la deuda de un declarante no puede superar los $1, 257, 850 dólares en deuda garantizada y $419, 275 dólares en deuda no garantizada.
- Elegibilidad para el Capítulo 11. Casi todo el mundo puede declararse en bancarrota bajo el Capítulo 11. Individuos, corporaciones, sociedades, empresas conjuntas y sociedades de responsabilidad limitada son elegibles para el Capítulo 11. No hay requisitos o limitaciones de deuda o de ingresos para presentar una bancarrota bajo este capítulo.
Procedimientos del Capítulo 11: Ventajas y desventajas.
Los casos del capítulo 11 suelen ser complejos y costosos, lo que constituye la desventaja más importante para los propietarios de pequeñas empresas. Es debido a esto que los casos del Capítulo 11 constituyen sólo un pequeño porcentaje de los casos de bancarrota presentados.
Las ventajas importantes del Capítulo 11 incluyen:
- El plan crea nuevos términos de contrato entre el deudor y los acreedores y puede alargarse tanto como sea necesario. Esto puede ser útil para una pequeña empresa endeudada que necesita extender los términos de pago de hipotecas de bienes raíces o préstamos de equipo.
- Si en el plan se va a pagar un saldo inferior al total de una deuda determinada, la liquidación se producirá en el momento de la confirmación (aprobación) del plan y no después de la finalización del mismo.
- El capítulo 11 no requiere que los deudores entreguen sus ingresos disponibles a un fideicomisario.
- En el capítulo 11, el nombramiento de un fideicomisario para gestionar el caso es la excepción y no la regla, y normalmente se nombra por mala gestión o fraude graves.
Además, los deudores de pequeñas empresas pueden aprovechar las disposiciones especiales que ayudan a agilizar algunos asuntos del Capítulo 11. Usted calificará como deudor de una pequeña empresa si es una persona o entidad que:
- Se dedica a negocios u otras actividades comerciales, y
- cumple con las limitaciones de deuda actuales, excluyendo las obligaciones que se deben a personas con información privilegiada, como los miembros de la familia del propietario del negocio.
Procedimientos del Capítulo 13: ventajas y desventajas.
El mayor inconveniente del Capítulo 13 es que sólo está disponible para los propietarios únicos que se presentan como individuos. Además, las limitaciones de la deuda son significativamente menores que las de las pequeñas empresas en el Capítulo 11.
Otras limitaciones incluyen:
- Los planes del Capítulo 13 se limitan a cinco años, lo que puede ser difícil si el deudor debe pagar mucho para retener los activos necesarios para continuar en el negocio.
- El deudor debe pagar todos los ingresos disponibles, la diferencia entre sus ingresos mensuales y la cantidad razonablemente necesaria para la manutención, en un plan de reembolso.
- Siempre se nombra un fideicomisario del Capítulo 13 para distribuir los fondos del plan.
De lo contrario, el Capítulo 13 sería probablemente la mejor opción debido a que:
- Es significativamente más barato presentar un Capítulo 13 que un Capítulo 11.
- El proceso de aprobación del plan tiende a ser más rápido.
- Un deudor puede saldar más tipos de deuda, como las obligaciones no alimentarias derivadas de un acuerdo de liquidación de bienes conyugales.
- El tribunal acortará el período de compromiso si el deudor paga a todos los acreedores no garantizados en su totalidad.