Capítulo 11 de Bancarrota: una visión general

El Capítulo 11 de bancarrota está diseñado para permitir que empresas con problemas reestructuren sus finanzas y maximicen el rendimiento para sus acreedores y propietarios.

El Capítulo 11 es noticia siempre que las grandes corporaciones tienen enormes problemas financieros. Han presentado el Capítulo 11 corporaciones como General Motors, United Airlines, Lehman Brothers y K-Mart. No obstante, la mayoría de los casos del Capítulo 11, quedan fuera de las noticias. En el 2010, por ejemplo, cerca de 14,000 casos del Capítulo 11 se presentaron en las cortes de Estados Unidos.

¿Cómo comienza un caso del Capítulo 11 y quién puede ser un beneficiario de este?

A menudo comienzan voluntariamente, mediante una petición en la corte de bancarrota; siendo el deudor quien toma la iniciativa. Ocasionalmente los acreedores se reúnen para presentar una petición involuntaria del Capítulo 11 contra un deudor moroso.

Usualmente los casos son presentados por corporaciones, sociedades y compañías de responsabilidad limitada (LLC). No obstante, también pueden presentar una declaración bajo el Capítulo 11 aquellas personas que tengan demasiadas deudas o ingresos superiores a los necesarios para para poder aplicar a los Capítulos 7 y 13. La mayoría de los deudores individuales optan por declararse en bancarrota en virtud del Capítulo 7 o 13 para evitar los inconvenientes (tiempo, dinero y otros riesgos) de los procedimientos del Capítulo 11. Tan solo en el 2010, cerca de 1.6 millones de estadounidenses se declararon en bancarrota de los Capítulos 7 y 13, más de 100 veces el número que presentó el Capítulo 11 durante el mismo período.

¿Qué pasa antes de comenzar con el proceso de un Capítulo 11?

Antes de empezar, es bueno saber que no hay un límite absoluto en la duración de un caso del Capítulo 11. Algunos casos del Capítulo 11 terminan en unos pocos meses. Sin embargo, por lo general, se necesitan entre seis meses y dos años para que concluir con un caso del Capítulo 11.

El deudor debe continuar con sus operaciones comerciales.

Es común que ningún fideicomisario sea nombrado en la mayoría de este tipo de casos. El deudor continuará operando su negocio en el curso ordinario como “deudor en posesión” (debtor in possession o “DIP”). Sin embargo el tribunal de quiebras podría designar a un fideicomisario para que asuma las operaciones del deudor si encuentra una causa suficiente. Las causas para designar un fideicomisario incluyen fraude, falta de honradez, incompetencia y mala administración de los asuntos del deudor.

El tribunal de quiebras tiene control sobre las decisiones importantes.

Aunque el deudor generalmente continúa en el negocio después de presentar el Capítulo 11, lo más probable es que pierda el control sobre las decisiones importantes ante el tribunal de quiebras. Entre otras cosas, el tribunal de quiebras debe aprobar:

  • Cualquier venta de activos, como propiedades o bienes inmuebles (con ciertas excepciones).
  • La celebración o disolución de un contrato de arrendamiento de bienes inmuebles o personales.
  • Las hipotecas u otros acuerdos de financiación garantizada que permitan al deudor pedir dinero prestado después de presentado el caso.
  • El cierre o la expansión de sus operaciones comerciales.
  • La celebración o modificación de contratos y acuerdos con sindicatos, proveedores, licencias y otros, y
  • La retención y el pago de honorarios y gastos a abogados y otros.

Papel de los acreedores.

Las partes interesadas (acreedores, accionistas y otros) pueden apoyar u oponerse a acciones que requieran la aprobación de la corte de bancarrota. El tribunal oirá sus opiniones antes de tomar una decisión. No obstante, los votos formales de los acreedores y los accionistas solo se tomarán en cuenta en relación con los planes del Capítulo 11 propuestos.

Para los acreedores no asegurados se designa un comité para representar sus intereses. En algunos casos, la seguridad patrimonial (es decir, el accionista) y otros comités también juegan un papel activo.

Capítulo 11, planes de reorganización.

El deudor tiene el derecho exclusivo por cuatro meses después de presentar el Capítulo 11 para proponer un plan de reorganización. Tras demostrar una buena causa, el tribunal puede extender el “período de exclusividad” del deudor hasta 18 meses después de la fecha de la petición. El tribunal también puede acortar el período de exclusividad dependiendo de las circunstancias.

Concluido el período de exclusividad, el comité de acreedores u otras partes pueden proponer planes de reorganización. Un plan del Capítulo 11 es, en efecto, un contrato entre el deudor y sus acreedores sobre cómo operará y pagará sus obligaciones en el futuro. Este plan conlleva una restructuración o reorganización de los asuntos económicos del deudor.

Confirmación del Plan Capítulo 11.

La aprobación de un plan propuesto se conoce como “confirmación”. Para confirmar un plan del Capítulo 11, la corte de bancarrota debe encontrar que cumple con numerosos requisitos, que incluyen:

  • Factibilidad. El tribunal de quiebras debe encontrar que el plan propuesto es factible; es decir, es probable que tenga éxito. El deudor demostrará al tribunal que recaudará ingresos suficientes durante el plazo del plan para cubrir sus gastos y pagos.
  • Buena fe. El tribunal debe encontrar que el plan ha sido propuesto de buena fe y no por medios prohibidos por la ley aplicable.
  • Los mejores intereses de los acreedores. Para que un plan propuesto sea confirmado, debe estar en el mejor interés de sus acreedores. En algunos casos, la prueba de “interés superior” requiere que el deudor pague a todos sus acreedores en su totalidad.
  • Justo y equitativo. El plan también debe ser “justo y equitativo”:
    • A los acreedores garantizados se les debe pagar, con el tiempo, al menos el valor de sus garantías. Se considera que un acreedor está asegurado si tiene una hipoteca de bienes inmuebles o gravámenes sobre bienes personales (como inventario o equipo) como garantía.
    • Los acreedores no pueden retener nada a cuenta de sus intereses de capital a menos que todas las obligaciones se paguen por completo, ya sea inmediatamente después de la confirmación del plan o con el tiempo (y con intereses). El tribunal de quiebras puede permitir a los tenedores de capital retener los intereses de propiedad en el deudor a cambio de “dinero nuevo” contribuyendo a pagar los gastos de reorganización.

¿Funciona realmente el Capítulo 11?

Las estadísticas indican que entre el 10% y el 15% de los casos del Capítulo 11 resultan en reorganizaciones exitosas. La mayoría de los casos se desestiman (a menudo por acuerdo de las partes) o se convierten en liquidaciones del Capítulo 7. Las leyes de bancarrota incluyen disposiciones especiales para simplificar y acelerar los casos del Capítulo 11 relacionados con bienes raíces de un solo activo y deudores de pequeñas empresas.

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