En Estados Unidos se considera un delito conducir bajo la influencia del alcohol (DUI, driving under the influence). Es por ello que los cargos por este delito se llevan a una corte criminal. En esta corte usted tiene derecho a representarse a sí mismo. Sin embargo, en la mayoría de los casos los acusados contratan a un abogado privado o se sirven de un defensor público designado por el tribunal.
En este artículo analizamos algunos aspectos que usted debe tener en cuenta al momento de decidir cuál forma de representación legal es mejor para su caso.
Obteniendo la opinión de un abogado sobre su caso.
Cuando se comete una infracción grave como la que se establece para los casos de conducción bajo la influencia del alcohol (DUI), es difícil obtener un buen asesoramiento por parte de alguien sin experiencia ni entrenamiento legal que le permita evaluar las fortalezas y debilidades del caso. Para los casos de DUI, la ley cambia constantemente y puede resultar complicada de entender. Por lo tanto, siempre busque la opinión de un abogado con experiencia en DUI.
Una buena parte de los abogados expertos en casos de conducción bajo la influencia del alcohol (DUI) dan a sus potenciales clientes de forma gratuita la primera consulta. Pero nuestra sugerencia es que, incluso si debe pagar algo, no dude en hacerlo, pues es probable que resulte una buena inversión para su caso. A esa primera consulta lleve consigo el reporte policial, así como cualquier otro documento que tenga sobre el caso para aprovechar mejor el tiempo de asesoría con el abogado. Es también importante que lleve consigo una lista lo más completa posible sobre las dudas que tenga. Recuerde que no es obligatorio contratar al abogado al que consultó. Sin embargo, conocerlo en persona, puede resultar muy útil para usted a fin de que evalúe si funcionará trabajar con éste.
Casos en los que contratar a un abogado podría no ser necesario.
Hay casos en los cuales pudiera no ser necesario contratar a un abogado. Por ejemplo, los fiscales presentan a los infractores que faltan a la ley por vez primera, una oferta estándar. En otras palabras, a todas las personas citadas por esta falta por vez primera se les ofrece de modo estándar el mismo acuerdo, el cual se encuentra típicamente en el extremo inferior de la primera sentencia de DUI admisible. Es importante que sepa que se considera una como un infractor por primera vez, a quien es acusado de un DUI y no tiene condenas previas por este mismo delito siempre que la ofensa no involucre factores agravantes como lesiones o una concentración particularmente alta de alcohol en la sangre.
En estos casos, al menos en teoría, la oferta estándar siempre es la misma. Esto no depende de si el demandado es o no representado por un abogado sea público, privado o ninguno de los dos. Por lo tanto, en los casos de primera ofensa en DUI, siempre que no haya agravantes, podría no ser necesario contratar a un abogado. Sin embargo, en la práctica, considere que la oferta estándar suele ser sólo un punto de partida.
Un abogado con experiencia en casos de DUI a menudo puede reducir la sanción incluida en esa oferta estándar, bien sea señalando las debilidades en el caso de la fiscalía o llamando la atención del fiscal sobre los factores atenuantes para el caso de que se trate. La familiaridad del fiscal con las prácticas locales, el fiscal de distrito y el juez, también pueden ayudar con este tipo de negociaciones.
Considere también que aceptar una oferta estándar puede ser desaconsejable en los casos en que el demandado tenga defensas que puedan ser viables. Esto es algo que no podrá saberse a menos que el acusado cuente con la asesoría de un abogado con experiencia en el área. Por ello, es importante que, al menos, cuente con una asesoría legal antes de aceptar un acuerdo de declaración de culpabilidad.
Defensores Públicos.
La práctica en los Estados Unidos es que todo acusado tiene derecho a una defensa. En caso de no poder pagar un abogado, el acusado tendrá acceso a uno que le será asignado por el tribunal. Estos abogados designados generalmente trabajan en la oficina de un defensor público.
Los defensores públicos manejan un número grande de ofensas criminales, incluidos los DUI. Son abogados familiarizados con leyes y procedimientos para defensas de DUI que, por lo general, conocen bien a los fiscales de distrito y a los jueces, además de estar familiarizados con sus tendencias. Además, los defensores públicos tienden a tener buenas habilidades de juicio porque llevan muchos casos a juicio. Estos conocimientos pueden resultar benéficos en la negociación de una declaración de culpabilidad.
Aunque estas son unas ventajas importantes, quizás una desventaja también notable es que estar representado por un defensor público puede hacerle sentir a algunos acusados que ellos y su caso no reciben la atención necesaria. Esto se relaciona con el volumen de casos que son atendidos por estos defensores y con el hecho de que los abogados no pueden ser elegidos por los acusados. Por otro lado, tenga en cuenta que la representación de los defensores públicos se limita a los tribunales penales. En otras palabras, un arresto por conducción bajo la influencia del alcohol lleva a dos procedimientos separados; unos “administrativos per se“, con el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) y otros que son los que implican el caso ante la corte criminal. Entonces, los procedimientos administrativos con el DMV tienen que ser atendidos, por lo general, por los propios acusados.
Abogados Privados.
Cuando usted contrata a un abogado privado, éste asume su representación tanto en los procedimientos administrativos como en los penales. El contar a un único abogado que se encargue de ambas tareas suele tener en su mayoría resultados positivos, como que su licencia sea suspendida por menos tiempo.
No obstante, la mayoría de los acusados ven en el costo de contratar a un abpgado particular, la mayor desventaja de esta opción. Tenga en cuenta que contratar un abogado particular para un caso de DUI podría costarle entre $1,000 y $5,000 dólares. Si su caso va a juicio, puede ser aún más caro.
A pesar de ésto, si puede contratar un abogado privado, es probable que resulte la mejor opción para usted. Por supuesto, cuando usted contrata a un abogado, a diferencia de cuando le es asignado un defensor público, es usted quien decide quién será ese abogado. Como ya se dijo antes, los abogados que se especializan en casos de DUI, tienen una comprensión profunda de la ley y las defensas que otros abogados no tienen. En algunos casos, esta experiencia es la que hace la diferencia entre los resultados positivos y los negativos para el acusado, que pueden incluso terminar con la desestimación total de sus cargos.
Contar con un abogado privado también puede hacer que pase menos tiempo en tribunales. En comparación, muchas veces los clientes de los defensores públicos deben comparecer personalmente para todas las fechas de corte. En cambio, ser representado por un abogado privado hará que no tenga que estar presente en todas las comparecencias rutinarias ante el tribunal. Esto resulta especialmente útil para muchas personas, especialmente para quienes trabajan.
Finalmente, otro beneficio de contratar a un abogado es que usted se sentirá más cómodo y tranquilo ya que un abogado particular centrará toda su atención en su caso.
Usted necesita un abogado para ir a juicio.
Aunque usted tiene derecho a representarse a sí mismo en cualquier juicio o de hacerlo a través de un abogado de oficio, en todo caso nunca es buena idea acudir a juicio sin un abogado. La falta de conocimiento legal y de habilidades de juicio lo pondrá en una situación de desventaja en la corte y esto puede jugar en contra de los resultados finales. Finalmente, los jueces suelen tener poca paciencia y tolerancia con los acusados que se representan a si mismos porque por lo general no conocen los procedimientos de la corte. Nuestra última recomendación: si va a ir a juicio, debería tener un abogado.