Algunas veces y solo bajo determinadas condiciones, cuando una persona es detenida y acusada de una determinada ofensa, puede existir la posibilidad de salir bajo fianza. De nuevo, esta opción solo está disponible en algunas ocasiones. El valor de la fianza variará de un caso a otro y de estado a estado. Si bien, existe una “tabla” para ayudar a determinar sus valores, al final es trabajo de un juez determinar el valor de la fianza o el depósito. Para esto, tiene que evaluar factores como la probabilidad de reincidencia y la gravedad del delito.
Después de que el juez determina el valor de la fianza, es común que otras condiciones sean agregadas al trato. Todo esto se hace del conocimiento del acusado y del público en general, en una audiencia. Sin embargo, hay otros posibles resultados para una audiencia. Por ejemplo, existe la liberación bajo propio reconocimiento (release on own recognizance), en la cual el acusado será liberado a cambio de firmar un acuerdo en el que se compromete a regresar a la corte a terminar su proceso judicial.
Al acusado también se le puede negar por completo la libertad bajo fianza. Esto es más común en casos donde el juez determina que es más probable que el acusado huya, vuelva a delinquir o sea peligroso para otras personas.
¿Cuál es la diferencia entre Bail y Bond?
En Estados Unidos, es muy común escuchar ambos términos siendo utilizados indistintamente. Parece que no está muy claro cuál es la diferencia entre uno y otro.
Por un lado, una fianza, o bail en inglés, es la cantidad de dinero que un acusado debe pagar para poder dejar la cárcel.
En cambio, el depósito, o bond en inglés, es la cantidad de dinero que se deposita para asegurar la liberación del acusado.
La diferencia, entonces, es básicamente quién paga este dinero. Cuando es una compañía, se trata de un depósito (bond). Cuando es el mismo acusado quien lo paga, será una fianza (bail).
Ambos instrumentos funcionan como un medio para asegurar que el acusado acepte ciertas condiciones, siendo la más importante regresar a la corte para terminar su proceso. Es decir, se le ofrece al acusado la libertad provisional a cambio de comprometerse a darle continuidad presencial a su caso. En caso de que no fuera así, el acusado o la compañía que haya pagado la fianza, perderían el dinero, y además al acusado se le imputarán cargos extras.
Las compañías de fianzas entran en acción cuando un acusado no puede pagar por su propia fianza. Estas compañías pagan la fianza como un depósito en garantía. A menudo cobran una cantidad importante, entre el 15 y el 25% del total de la fianza como comisión. Estas empresas emplean varias estrategias para asegurarse de no perder su dinero (en caso de que el acusado no se presente en corte). Por ejemplo, le hacen visitas sorpresa y lo monitorean. Sin embargo, no es raro que las afianzadoras tengan que hacer uso de un cazador de recompensas, en aquellos casos en los que el acusado huya o decida no presentarse en corte.