Una delgada línea que en los últimos años ha dado mucho de que hablar.
Hay personas que utilizan animales de servicio y de apoyo emocional por una serie de distintos motivos. Un animal de servicio se define como: “cualquier perro que esté entrenado individualmente para realizar un trabajo o realizar tareas en beneficio de una persona con una discapacidad, incluyendo discapacidades físicas, mentales, sensoriales, psiquiátricas, intelectuales y demás.” Actualmente existen algunas leyes que defienden la necesidad de estas personas de ser acompañados en todo momento por su animal de servicio, sin embargo, a veces las leyes dejan espacios en blanco que son difíciles de llenar.
Aunque existen una variedad de leyes a favor de proteger los derechos de las personas que requieren un animal de servicio, esta regulación se ha encontrado con un impasse que deja vulnerables a las personas que en realidad requieren un animal de servicio. Tal es el caso de los animales conocidos como animales de apoyo emocional.
Según la Americans with Disabilities Act o ADA por sus siglas en inglés, un animal de apoyo emocional se define como: “animales de terapia que proporcionan contacto terapéutico a las personas, para mejorar su bienestar físico, social, emocional y/o el funcionamiento cognitivo.” Estos animales de apoyo proporcionan compañía, alivian la soledad y a veces ayudan con la depresión, la ansiedad, y ciertas fobias, pero no tienen entrenamiento especial para llevar a cabo tareas que ayudan a personas con discapacidades. Es por eso que no son considerados como animales de servicio y por lo tanto no están cobijados por las normas y leyes que si amparan a los primeros.
¿Por qué esto es un problema?
Las normas que se han creado para proteger a las personas con necesidad de un animal de servicio obligan a la mayoría de establecimientos y lugares públicos a permitir el ingreso de los animales y sus dueños, lugares donde por lo general no se permiten animales como lo son restaurantes, aeropuertos, lugares de trabajo y hospitales entre otros. Estos establecimientos no solo deben permitir el ingreso de los animales, sino que además no cuentan con las herramientas para comprobar que efectivamente se trata de un animal de servicio.
En caso de ser necesario, un lugar público solo puede hacer las siguientes dos preguntas para determinar si el perro es un perro de servicio:
- Si el perro es requerido debido a una discapacidad.
- Para qué trabajo está entrenado el perro.
No se le puede exigir a una persona que “pruebe” que su perro es un perro de servicio. Además, no es requisito que un perro de servicio esté registrado, certificado o identificado como perro de servicio.
Es ahí cuando el inconveniente comienza. Muchas personas usan estas condiciones para ingresar animales que no cumplen ninguna labor en particular. Esto ha creado muchos inconvenientes a la hora de dar ingreso a animales que son de apoyo emocional y no de servicio llegando incluso a poner en aprietos a los dueños de los animales de servicio.
¿Cuáles son las funciones de un animal de servicio?
Un perro de servicio esta entrenado para funciones determinadas a favor del bienestar de su dueño. Por ejemplo:
- Un perro guía. Se trata de un perro cuidadosamente entrenado que sirve como una herramienta de traslado para personas que tienen impedimentos visuales graves o que son completamente ciegas.
- Un perro-oído o perro de señal. Es un perro que ha sido entrenado para alertar a una persona que tiene una pérdida significativa de la audición o es completamente sorda cuando se produce un sonido, como un golpe en la puerta.
- Perro de servicio psiquiátrico. Es un perro que ha sido entrenado para llevar a cabo tareas que ayudan a las personas con discapacidades a detectar el inicio de episodios psiquiátricos y aminorar sus efectos.
- Perro de señales sensoriales. Es un perro entrenado para ayudar a una persona con autismo.
- Finalmente, perro que responde a convulsiones. Es un perro entrenado para ayudar a una persona con un trastorno convulsivo.
Todas las anteriores son funciones importantes y estos caninos están entrenados para entrar a la acción siempre que su dueño lo requiera.
¿Cuáles son las funciones de un animal de apoyo emocional?
Por otra parte, están aquellos animales que cumplen la función de acompañar a sus dueños brindando una sensación de bienestar emocional, seguridad o calma. Un animal de apoyo emocional no necesita ser un perro, pero casi siempre lo es.
¿Cuál es la legislación vigente en California sobre esta controversia?
La ley de California garantiza a las personas que usan perros de servicio entrenados acceso pleno e indiscriminado a lugares públicos.
¿California protege el uso de animales de apoyo emocional?
Las leyes de California, al igual que las leyes federales, no requieren que se permita el apoyo emocional a animales en lugares públicos.
Sin embargo, las leyes de California generalmente ofrecen una mayor protección que las federales a personas con discapacidades. Por ejemplo, California define la “discapacidad” más ampliamente que la ADA. En California, un impedimento físico o mental solo necesita limitar una actividad importante de la vida, lo que simplemente significa que el impedimento debe dificultar el logro de la actividad principal de la vida.
En California, una discapacidad mental incluye cualquier trastorno o afección mental o psicológica, como discapacidad intelectual, depresión clínica, trastorno bipolar, síndrome orgánico cerebral, enfermedad emocional o mental o discapacidades de aprendizaje específicas, que limita una actividad importante de la vida. Una actividad importante de la vida se refiere a las actividades físicas, mentales y sociales, como el trabajo.
California no considera que los juegos de azar compulsivos, la cleptomanía o los trastornos ilegales de uso de sustancias sean discapacidades mentales.