Una enfermedad, un divorcio, una ejecución hipotecaria y la pérdida de empleo son algunos casos que no son raros que una persona los llegue a experimentar en algún punto de su vida. Si usted se ha encontrado alguna vez en esta situación, o si lo está en este momento, sabe que las deudas se acumulan rápidamente. Adicionalmente, si usted no cuenta con ingresos fijos o una red de seguridad económica, puede ser muy difícil volver a ponerse de pie.
La bancarrota es un medio por el cual se ofrece a las personas que tienen deudas la oportunidad de salir de ellas, tratando a los acreedores de una forma justa. Por lo general, la bancarrota se divide en dos tipos: una liquidación o una reorganización.
Liquidación.
Contemplada en el Capítulo 7 de la bancarrota, se considera que, a cambio de eliminar la deuda calificada, debe aceptar que el acreedor puede tomar y liquidar parte de la propiedad para así saldar la deuda. Sin embargo, usted puede mantener su propiedad exenta, según lo que dicte la ley estatal.
Reorganización.
En el Capítulo 13, la bancarrota estipula reorganizar la deuda de las personas con altos ingresos (también disponible para otros). Aunque puede conservar en la totalidad su propiedad, debe pagar a los acreedores el valor de los activos no exentos como parte de un plan de pago de bancarrota con duración de tres a cinco años, así como cualquier interés adicional estipulado en los términos de su bancarrota.
Capítulo 7 de la Bancarrota.
Es el tipo de bancarrota más asociado con un nuevo comienzo. En el Capítulo 7 las deudas particulares, como saldos de tarjetas de crédito, facturas médicas y préstamos personales, son borrados en un proceso simplificado sin tener que pagar un plan de pago mensual.
A cambio, el deudor acepta que el administrador de la bancarrota (la persona responsable de supervisar el caso) pueda vender alguna propiedad, llamada propiedad no exenta. El administrador luego distribuirá las ganancias de las ventas a los acreedores de acuerdo con un sistema de clasificación según su prioridad.
Sin embargo, un deudor no tiene que renunciar a todos sus activos. Podrá eximir, es decir, conservar, los instrumentos necesarios para seguir trabajando para mantener su hogar, muebles, ropa y una pequeña cantidad de capital en un vehículo. Muchos administradores pueden retener todos sus bienes. Cada estado decide qué pueden conservar sus residentes.
Una bancarrota no liquidará la totalidad de su deuda. Parte de la deuda, llamada deuda no descargable, permanece con usted incluso después de la bancarrota. Los siguientes son ejemplos de deudas no descargables:
- Obligaciones de manutención doméstica, tales como manutención conyugal,
- Impuestos sobre la renta incurridos en los últimos tres años (y a veces también impuestos más antiguos),
- Indemnizaciones por lesiones o muerte injusta derivadas de operar un vehículo en estado de ebriedad,
- Deuda de préstamos estudiantiles (a menos que pueda demostrar que sería injusto exigir el reembolso).
Tanto las personas físicas como morales pueden declararse en bancarrota.
Aspectos importantes de la bancarrota del Capítulo 7.
Los siguientes son puntos claves que usted querrá recordar:
Elegibilidad: No todos pueden presentar y recibir una liquidación. Por ejemplo, si la mayoría de sus deudas son de consumidor (a diferencia de las deudas de bancarrota de un negocio), y su ingreso disponible es suficiente para financiar un plan de pago después de restar ciertos gastos permitidos, no se le permitirá usar el Capítulo 7 de la bancarrota (se le sugerirá el Capítulo 13). Esta también está limitada a un proceso cada ocho años.
Propiedad: Usted podrá eximir la propiedad esencial necesaria para trabajar y vivir con decoro. Muchos deudores que se declaran en bancarrota descubren que todos sus bienes están exentos. Esto, por supuesto, depende de la ley de cada estado.
Deuda garantizada: Si debe dinero en una deuda garantizada, como una hipoteca o un préstamo para un auto, tendrá la opción de permitir que el acreedor recupere la propiedad (y liquide la deuda). Si se está al día con sus pagos, puede mantener la propiedad y continuar haciendo sus pagos.
Deuda de consumo no descargable: La bancarrota funciona bien para eliminar muchas deudas, como saldos de tarjetas de crédito, facturas médicas y préstamos personales. Sin embargo, algunas deudas, incluidas las obligaciones de manutención doméstica y las facturas actuales del impuesto sobre la renta, no se pueden eliminar en bancarrota.
Deuda comercial no descargable: La bancarrota no anula las deudas de una empresa. Es raro que una empresa (que no sea una empresa unipersonal) declare una bancarrota del Capítulo 7. Esto porque, en la mayoría de los casos, existen formas más eficientes de calmar la situación del negocio. Esto funciona bien cuando los propietarios quieren que el administrador de la quiebra venda y distribuya activos a los acreedores de manera transparente. Sin embargo, hay varias formas en que los propietarios puedan ser personalmente responsables de la deuda comercial. Póngase en contacto con un abogado si está considerando declararse en quiebre comercial.
Capítulo 13 de la Bancarrota.
La quiebra del Capítulo 13 se basa en principios como:
Reembolso: Propondrá un plan de pago que detalla cómo va a pagar sus deudas durante tres a cinco años. La cantidad mínima que tendrá que pagar depende de cuánto gane, cuánto deba y el valor de su propiedad no exenta.
Límites de deuda: No puede tener más de $ 1′ 257, 850 dólares en deuda garantizada y $419, 275 en deuda no garantizada.
Atrasos en el pago de hipotecas y automóviles: Muchas personas usan el plan de pago del Capítulo 13 para ponerse al día con los pagos vencidos de la casa y el automóvil y evitar una recuperación o una ejecución hipotecaria.
Otros tipos de bancarrota de reorganización.
Además del Capítulo 13, existen otros dos tipos de bancarrota de reorganización. Se trata del Capítulo 11 y 12.
Capítulo 11 de la Bancarrota: La bancarrota estipulada en el Capítulo 11 es utilizada por empresas con dificultades financieras para reorganizar sus asuntos. También está disponible para personas cuya deuda excede los umbrales estipulados en el Capítulo 13. Si está considerando aplicar la bancarrota del Capítulo 11, se le recomienda que se ponga en contacto con un abogado.
Capítulo 12 de Bancarrota: El Capítulo 12 es muy similar al Capítulo 13. la diferencia es que para ser elegible a un Capítulo 12, por lo menos el 80% de sus deudas deben surgir de la operación de una granja o pesquería familiar. Si está interesado en este tipo de bancarrota es mejor consultar con un abogado.