Cuando alguien muere por culpa de otra persona o entidad (como una falla en un auto), los sobrevivientes pueden presentar una demanda de muerte por negligencia (o muerte por omisión, homicidio culposo, homicidio imprudencial, homicidio involuntario) (wrongful death). Dicha demanda buscará una compensación por la pérdida económica y emocional (gastos funerarios, pérdidas de salarios, etc).
En Estados Unidos, los daños disponibles en demandas por muerte por negligencia varían mucho de estado a estado. Muchos estados limitan la cantidad y el tipo de daños, especialmente en reclamaciones por negligencia médica.
Tipos de daños.
En general, hay tres tipos de daños que pueden ser considerados en una demanda por muerte por negligencia; económicos, emocionales y punitivos.
Daños económicos.
Estos incluyen el valor de las contribuciones financieras que la víctima habría hecho a los sobrevivientes si no hubiera muerto, e incluyen lo siguiente:
- Gastos médicos y funerarios relacionados con la muerte.
- Pérdida de los ingresos de la víctima.
- Pérdida de beneficios, como planes de pensiones o cobertura médica.
- Pérdida de una herencia causada por la muerte prematura.
- El valor de los bienes y servicios que una víctima habría proporcionado.
Daños emocionales.
Aunque menos tangibles, los daños no económicos a menudo tienen más valor que los económicos. Estos incluyen:
- Daños por angustia mental de los sobrevivientes o dolor y sufrimiento.
- Pérdida de la atención, protección, orientación, asesoramiento, capacitación y cuidado del fallecido.
- Pérdida de amor y compañía del difunto.
- Pérdida del consorcio por un cónyuge fallecido.
Daños punitivos.
Se otorgan daños punitivos para castigar al acusado por mala conducta. En muchos estados, estos daños no están disponibles en demandas de muerte por negligencia o no son recuperables contra ciertos acusados, incluida la mayoría de las agencias gubernamentales.
Intereses y honorarios de abogados.
En algunos estados, los sobrevivientes pueden reclamar intereses sobre los daños desde el momento en que se incurrieron hasta el momento en que se cobraron. En algunos casos, los sobrevivientes pueden recibir un reembolso del acusado por los honorarios de sus abogados y los costos incurridos en la presentación de la demanda.
Cálculo de daños.
Calcular los daños puede ser extremadamente complicado y las partes a menudo usan testigos expertos, como economistas y actuarios para dar sus opiniones sobre la cantidad adecuada a cobrar por daños. Estos cálculos incluyen no solo los ingresos y beneficios obtenidos fuera del hogar, sino también el valor monetario de los servicios y la atención prestados dentro del hogar por un padre o ama de casa.
Límites de tiempo para presentar un reclamo de muerte por negligencia (u omisión).
Cada estado establece ciertos límites de tiempo para presentar demandas por homicidio culposo dentro de su estatuto de limitaciones. La regla general es que una demanda debe presentarse dentro de los dos años posteriores a la fecha del acontecimiento que haya causado la muerte de la víctima.
En ciertos casos, sin embargo, el plazo de prescripción puede ser de solo 1 año. Se aplican reglas especiales a menores y a personas con discapacidad mental y en casos de fraude o actos intencionales.
En muchos estados, el estatuto de limitaciones no comienza a correr hasta después que se descubre el daño. Por ejemplo, si no se descubre la negligencia del médico al no diagnosticar un cáncer durante años después de cometido el error.
Algunos estados ponen un límite superior a la fecha de descubrimiento en ciertos tipos de casos, como en construcción, en responsabilidad de productos, en negligencia médica y en reclamaciones por negligencia legal. Por ejemplo, un estado puede decir que un sobreviviente puede presentar una demanda dentro de los dos años a partir de la fecha del descubrimiento del daño, pero no más de cinco años después de la imposición real del daño.
Busque ayuda legal.
Debido a que las acciones por muerte por negligencia a menudo involucran áreas complejas de la ley y pueden dar lugar a grandes indemnizaciones por daños, lo más aconsejable es contratar, o al menos consultar con, un abogado.