El homicidio culposo o wrongful death en inglés, tiene lugar cuando una persona muere como consecuencia de las acciones negligentes de alguien más.
Dentro de Estados Unidos, cada uno de los estados cuenta con sus propios estatutos que rigen las acusaciones de homicidio culposo. Esto quiere decir que en todos los estados el homicidio culposo se juzga y castiga de manera diferente.
Existen muchas circunstancias que pueden llevar a una demanda por homicidio culposo. Por ejemplo, las negligencias médicas que terminan en la muerte de alguien suelen ser juzgadas como homicidios culposos. Otros ejemplos son algunos accidentes vehiculares o accidentes por defectos de manufactura.
La parte interesada.
Solo puede presentar una demanda aquel (o aquellos) familiar que sufre un daño directamente derivado de la muerte de esta persona.
A las personas que pueden presentar la demanda se les llamará “la parte interesada”. Las condiciones para ser elegible y poder ser considerado la parte interesada varían de un estado a otro.
Existen figuras que prácticamente en todos los estados son consideradas automáticamente. Tal es el caso del cónyuge e hijos para personas casadas, y para personas solteras, sus padres. Después, aunque no en todos los estados, son consideradas por defecto las parejas de hecho y otro tipo de dependientes financieros, como los hijastros. Finalmente, y solo en algunos estados y no en todos los casos, los hermanos y los abuelos pueden presentar este tipo de demanda.
Representante legal en un caso de homicidio culposo.
Por lo general, una demanda por homicidio culposo es presentada por un representante de la familia de la persona muerta.
El representante de la parte interesada tiene la responsabilidad de probar los siguientes puntos:
- Que la muerte fue consecuencia de la negligencia o el descuido de otra persona.
- Que a la persona fallecida le sobreviven familiares o dependientes económicos que sufrieron un daño y por el cual tienen derecho a reclamar la reparación de daños.
El representante legal, es decir, el abogado de la parte interesada, puede reclamar tanto daños económicos (gastos funerarios, gastos médicos, pérdida del hogar, pérdida del ingreso, pérdida del proveedor principal en la familia, pérdida de patrimonio y otros gastos no planeados) como no económicos (dolor y sufrimiento).
En algunos casos, por ejemplo, si la víctima tenía hijos pequeños que dependieran de él o ella, el representante puede reclamar daños por la pérdida de guía paterna/materna. Para calcular este beneficio, se necesita la ayuda de un economista experto que pueda calcular la esperanza de vida de la víctima en otras circunstancias y así valuar la pérdida económica resultado de su muerte.
La mayoría de las veces los daños a reclamar incluyen intereses, los cuales comienzan a correr desde el momento de la muerte de la víctima. De la misma forma, solo en un puñado de estados el jurado puede agregar daños punitivos a la sentencia. Esto es especialmente cierto si la muerte fue resultado de una conducta extremadamente inapropiada o demasiado negligente. No obstante, la norma es que en un juicio por homicidio culposo no se pueden reclamar daños punitivos.
Finalmente y si bien, puede haber un juicio penal relacionado con el homicidio, el caso de homicidio culposo promedio es más bien tratado en una corte civil. Para conocer más acerca del homicidio culposo, puede leer este artículo.