¿Existe una fórmula para llegar a un acuerdo y en accidentes automovilísticos?

Puede que no haya un método probado para evaluar un reclamo de accidente automovilístico, sin embargo, existen variables comunes que se pueden considerar.

Si ha resultado lesionado en un accidente automovilístico, es natural preguntarse acerca del valor de su reclamo por lesiones. Debido a los cientos de miles de accidentes automovilísticos que se dan en Estados Unidos cada año, y a la obsesión de la industria de seguros con las estadísticas, uno podría pensar que precisamente esta industria ha desarrollado ya una fórmula estándar para determinar el valor de cualquier reclamo por lesiones cuando llega el momento de alcanzar un acuerdo de esta naturaleza. Sin embargo, este no es el caso.

Las estadísticas que compilan las compañías de seguros permiten a las compañías determinar valores promedio para reclamos muy particulares. Sin embargo, es bastante raro que un reclamo determinado se ajuste al perfil exacto de un reclamo promedio. El valor de un reclamo depende de decenas, si no cientos, de factores individuales. A continuación examinaremos algunas de las variables más significativas y cómo afectan el valor de su reclamo por accidente automovilístico.

Daños especiales en un accidente automovilístico.

Ninguna de las compañías de seguros lo admitirá, pero una herramienta común que los ajustadores de seguros utilizan para valorar un reclamo por lesiones es multiplicar los “daños especiales” por un cierto factor. ¿Qué son los daños especiales? En términos generales, los daños especiales abarcan las pérdidas financieras de una persona como resultado del accidente. Si ha incurrido en gastos médicos, eso es una pérdida financiera. Si pierde el trabajo debido a sus lesiones, su salario perdido también es una pérdida financiera.

El ajustador de seguros podría usar un “multiplicador”.

En cuanto al “factor” mencionado anteriormente, es el multiplicador que el ajustador de seguros a menudo usa en combinación con el monto de sus daños especiales. El propósito de usar un multiplicador de esta manera es obtener una estimación aproximada de lo que podría valer su reclamo total, incluido el sufrimiento físico y mental. El énfasis aquí está en la palabra “estimación”. Al evaluar cualquier reclamo por lesiones personales, éste es solo un punto de partida para el ajustador, y no es determinante de ningún valor final. No existe una ecuación fácil que produzca la respuesta correcta.

Por lo general, un ajustador de seguros usará un multiplicador de “dos o tres” para determinar un valor estimado para su reclamo. Para aplicar esto a un escenario típico, supongamos que el total de sus gastos médicos y salarios perdidos por el accidente automovilístico es de $5,000 USD. Si el ajustador de seguros multiplica esa suma por un factor de dos, entonces su reclamo, al menos en la opinión del ajustador, valdría aproximadamente $10,000 USD. Si el ajustador usara un factor de cuatro, su reclamo se valoraría aproximadamente en $20,000 USD.

Usted puede preguntarse; ¿por qué multiplicar los daños especiales por un factor de dos o tres determina el valor total de mi reclamo? ¿A quién se le ocurrió ese concepto? Para responder a esas preguntas, debemos volver a las estadísticas.
Al determinar un valor para su reclamo, lo que la compañía de seguros realmente está tratando de hacer es predecir lo que un jurado podría otorgarle si su caso de accidente automovilístico va a juicio. Durante décadas, las compañías de seguros han recopilado estadísticas sobre cada demanda por lesiones personales que se lleva a juicio en cada parte del país. Las compañías también han mantenido registros de los cientos de miles de asentamientos que han negociado.

¿Qué circunstancias deciden qué multiplicador específico se debe utilizar?

Nuevamente, no hay una respuesta simple, y depende de los hechos y circunstancias particulares de su accidente. En términos generales, una cantidad menor de facturas médicas indicará que se debe usar un multiplicador menor, como uno o uno y medio. ¿Por qué? Recuerde, el multiplicador se usa para dar un valor monetario a su sufrimiento físico y mental. Una cantidad menor de gastos médicos, por ejemplo, $500 dólares, sugiere a la compañía de seguros que sus lesiones se resolvieron después de una sola visita a su médico de atención primaria. Si solo buscó una instancia de tratamiento médico, la conclusión es que el dolor y la incomodidad de su lesión no fueron tan graves o no duraron mucho.

Por otro lado, si sus gastos médicos son mucho más altos, digamos $50,000 dólares, la compañía de seguros sabe que este número probablemente representa una estadía prolongada en el hospital, o tal vez un tratamiento de docenas de sesiones de rehabilitación física. Lleva semanas, si no meses, incurrir en gastos médicos tan grandes. Por lo tanto, la conclusión de la compañía de seguros es que experimentó mucho más dolor, o al menos experimentó dolor e incomodidad durante más tiempo. Debido a eso, un multiplicador más alto como tres, cuatro o cinco podría usarse para valorar su dolor y sufrimiento.

Una serie de otras variables también juegan un papel en la determinación del valor de un reclamo por lesiones personales:

  • ¿Su lesión fue completamente nueva como resultado del accidente automovilístico o el accidente automovilístico simplemente agravó una condición por la cual ya estaba recibiendo tratamiento?
  • ¿Buscó atención médica inmediatamente después del accidente automovilístico? ¿O se quejó por primera vez de los síntomas a su médico tres o seis meses después del accidente?
  • ¿Fue excesivo su tratamiento? Las compañías de seguros rara vez atribuyen el valor total de los gastos médicos en las áreas de tratamiento quiropráctico o fisioterapia si el ajustador cree que la duración del tratamiento puede ser excesiva.

Muchas más variables también afectan el valor del reclamo, incluida su edad, condición médica previa y las circunstancias específicas del accidente automovilístico, como la velocidad del vehículo.

Es importante recordar que una vez que una compañía de seguros llega a un valor para su reclamo por lesiones personales, no tiene que aceptarlo. Usted es libre de negociar con la compañía de seguros, o incluso presentar una demanda contra la parte negligente como un medio para impugnar el valor del reclamo. Su mejor primer movimiento podría ser reunirse con un abogado experimentado para discutir sus opciones.

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