¿Necesito un seguro de vida?

En Estados Unidos, contar con un seguro de vida se ha convertido en una parte importante de la planificación patrimonial. Aunque no es obligatorio que un seguro de vida sea parte del plan de sucesión de cada persona, puede ser de utilidad, en especial para los padres de niños pequeños y para aquellos que mantienen a su cónyuge o a un adulto o niño con discapacidad. Los seguros de vida, además de ayudar a mantener a los sobrevivientes, pueden ayudar a proporcionar dinero en efectivo inmediatamente después de la muerte. Este seguro es una fuente útil de dinero en efectivo que ayuda a pagar las deudas del difunto y a sufragar los gastos funerarios, así como impuestos sobre la renta o el patrimonio, una vez que se haga la declaración sucesorial.

Quienes no tienen hijos menores de edad o dependientes con problemas económicos podrían no necesitar un seguro de vida. Para decidir si un seguro de vida podría o no ser útil en su caso, le presentamos algunas preguntas que puede hacerse, y que servirán también para evaluar sus necesidades de seguro de vida. Si usted decide comprar un seguro, debe saber exactamente por qué lo está comprando y elegir el mejor tipo de póliza para sus necesidades. Y, por supuesto, no debe comprar más de lo que necesita.

Evalúe sus necesidades a largo plazo.

Para determinar si adquirir un seguro de vida resultará útil proporcionando ayuda financiera a los miembros de su familia a largo plazo, considere estas preguntas:

  1. ¿Cuántas personas dependen de su capacidad para ganar dinero? Si la respuesta es “ninguna”, probablemente no necesite un seguro de vida.
  2. ¿Cuánto dinero necesitarían sus dependientes para sus gastos de manutención? Para establecer esta cantidad, resulta útil revisar sus ingresos en forma regular. A esa cantidad, réstele el valor de la propiedad que heredarían de usted, así como cualquier cantidad que esté disponible de fuentes públicas o planes de seguros privados que lo cubran. Los beneficios de Seguro Social para sobrevivientes y dependientes probablemente estarán disponibles, y usted también puede contar con pensiones sindicales o de administración, o por un plan de seguro de vida grupal. Estos aspectos también deberá tomarlos en cuenta. Es importante que reste también cualquier otra probable fuente de ingresos, por ejemplo si los abuelos de sus hijos cuentan con comodidad económica suficiente para apoyarle en caso de una tragedia.
  3. ¿Cuánto tiempo le tomaría a sus dependientes llegar a ser autosuficientes? Si sus hijos están a punto de salir de la universidad, es posible que no necesiten muchos ingresos adicionales. Pero, si son más jóvenes, recuerde que los cónyuges supervivientes que cuidan a niños pequeños generalmente pueden volver a trabajar y los niños pueden obtener al menos becas parciales para poder sufragar los gastos derivados de su educación.

Estas simples preguntas, podrían ayudarle a determinar si sus herederos podrían necesitar los ingresos adicionales de un seguro de vida. Sin embargo, si usted tiene hijos pequeños, comprar un seguro de vida con una cantidad importante de asignación mensual es una buena idea.

Valore las necesidades a corto plazo.

Es importante también que revise sus necesidades a corto plazo, para evaluar si requerirá un seguro de vida:

  1. ¿Qué activos estarán disponibles para atender las necesidades financieras inmediatas de sus herederos? Es probable que tenga la previsión de dejar algo de dinero en cuentas bancarias conjuntas o cuyo pago quede disponible en caso de fallecimiento. Incluso, puede colocar acciones comercializables en copropiedad o registrarlas en formularios de beneficiario, para que este las reciba tras su fallecimiento.
  2. Después de su muerte, ¿cuánto tiempo pasará antes de que su propiedad sea entregada a sus herederos? En aquellos casos en los cuales sus bienes no deben pasar por una sucesión, se reduce la necesidad de contratar un seguro de vida para los gastos a corto plazo (a menos que usted no tenga cuentas bancarias, valores u otros activos en efectivo). Sin embargo, si la mayoría de sus propiedades son transferidas a sus herederos a través de un testamento que deba pasar por una sucesión, tenga en cuenta que este procedimiento puede extenderse durante meses. Por lo tanto, es probable que su familia y otros herederos pueden necesitar un seguro que les facilite dinero en efectivo. Aunque un tribunal testamentario suele liberar rápidamente un subsidio familiar, permitiendo que un cónyuge u otro heredero tenga acceso a los fondos de la herencia, puede resultar mucho más tranquilizante contar efectivo procedente de un seguro de vida.
  3. ¿Su patrimonio tendrá deudas e impuestos sustanciales después de su muerte? Los abogados y asesores financieros se cobrarán del efectivo y los activos que pueden convertirse rápidamente en efectivo “líquido”. Si su patrimonio cuenta en su mayoría con activos “no líquidos” (bienes raíces, colecciones, acciones en una pequeña empresa o joyería, por ejemplo) puede haber una pérdida financiera significativa cuando estos activos deban venderse apresuradamente para cubrir el pago de facturas. Esto, claro, comparándolo con lo que pudiera ganárseles por una venta posterior si hubiera habido suficiente liquidez gracias al cobro de seguros de vida para afrontar las necesidades de pago más apremiantes. Obviamente, si su patrimonio tiene fondos significativos en cuentas bancarias o valores negociables, usted no necesitará un seguro para este propósito. Afortunadamente, los impuestos federales sobre el patrimonio no se vencen hasta nueve meses tras la muerte, por lo que el efectivo para pagarlos no tiene que ser recaudado inmediatamente.

Evite la sucesión testamentaria y los impuestos sobre el patrimonio con un seguro de vida.

Evitando una sucesión. Por lo general, las ganancias de una póliza de seguro de vida no están sujetas a una sucesión, excepto si usted nombra a su patrimonio como beneficiario de la póliza. Si cualquier otra persona, incluyendo un fideicomiso, es el beneficiario de la póliza, las ganancias no están incluidas en el patrimonio sucesoral y pueden ser transferidas rápidamente a los sobrevivientes con poco papeleo, costo o demora. Si dentro de su patrimonio no cuenta con dinero en efectivo para pagar deudas e impuestos anticipados, no hay una razón válida para nombrar a su patrimonio, en lugar de a una persona, como el beneficiario de su póliza de seguro de vida.

Evitando los impuestos sobre el patrimonio. Si usted es dueño de su póliza de seguro al momento de su muerte, las ganancias se incluyen dentro de su patrimonio gravable. Si su patrimonio es lo suficientemente grande como para hacer frente al impuesto sucesorio, los ingresos de su seguro de vida estarán sujetos a este. Por otro lado, si usted no es legalmente el dueño de su póliza de seguro de vida, los ingresos se excluyen de su patrimonio gravable. Esto puede reducir significativamente su obligación tributaria tras su muerte.

Necesidades de su negocio.

Si usted es el único dueño de un negocio, ¿cuánto dinero en efectivo se necesitará en caso de su fallecimiento? ¿Quiere y espera que algunos de sus herederos continúen con el negocio? Si es así, ¿cree que habrá suficiente flujo de caja para que puedan mantener con éxito el negocio? Es posible que necesite los ingresos del seguro para cubrir cualquier escasez de flujo de caja del negocio. ¿Habrá fondos líquidos para pagar los impuestos sobre el patrimonio?

Eduardo es dueño de varias propiedades de bienes raíces con alto valor y de una tienda de antigüedades rentable, pero tiene muy poco dinero en efectivo y no tiene seguro de vida. Al momento de su fallecimiento, tiene deudas por $50,000 dólares (aparte de las hipotecas) e impuestos sobre el patrimonio de $140,000 dólares. Para reunir este dinero, sus beneficiarios (técnicamente, su albacea) deben vender algunos de sus bienes raíces o su acción en la tienda de antigüedades. Desafortunadamente, el país está sufriendo una recesión, y el valor de mercado tanto de las antigüedades como de los bienes raíces ha bajado. Para empeorar las cosas, los agentes de bienes raíces corren la voz de que se trata de una “venta de emergencia” para recaudar dinero para las obligaciones patrimoniales. Como resultado, el precio que reciben los beneficiarios cuando venden uno de los inmuebles está muy por debajo de lo que habrían recibido si hubieran podido elegir el momento de la venta. Si Eduardo hubiera comprado una póliza de seguro con un pago a su muerte de unos $190,000 dólares o más, no se habrían visto obligados a vender sus propiedades a un precio mucho menor del valor que les correspondería en el mercado.

Si sus herederos no continuarán el negocio, las preguntas son diferentes: ¿Cuánto es probable que su muerte afecte el valor del negocio? ¿Habrá suficiente dinero en efectivo para mantener vivo el negocio hasta su venta? Estas preguntas son determinantes, pues si usted es uno de varios copropietarios, los ingresos del seguro de vida se pueden utilizar para comprar las acciones de los copropietarios.

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