Su derecho a un acondicionamiento razonable bajo la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (American with Disabilities Act-ADA).

La ADA da a los empleados con discapacidades el derecho a acondicionamientos razonables que les permitan hacer su trabajo.

La ADA prohíbe la discriminación en el empleo por motivos de discapacidad de los empleados. Esta también requiere que los empleadores proporcionen adaptaciones razonables – cambios en el lugar de trabajo o en el empleo – para permitir a los trabajadores con discapacidades hacer su trabajo.

¿Qué es un acondicionamiento razonable?

Un acomodamiento razonable es la asistencia o los cambios de un puesto o lugar de trabajo que permitan a un trabajador hacer su trabajo a pesar de tener una discapacidad. En virtud de la ADA, los empleadores están obligados a proporcionar ajustes razonables a los empleados calificados con discapacidades, a menos que hacerlo suponga una dificultad indebida. Los trabajadores calificados son aquellos que poseen los títulos, aptitudes y experiencia necesarios para el trabajo y que pueden desempeñar sus funciones esenciales, con o sin una adaptación.

Los ejemplos de acomodación incluyen:

  • Hacer que las instalaciones existentes sean utilizables por empleados discapacitados. Por ejemplo, modificar la altura de los escritorios y el equipo, instalar lupas de pantalla de computadora o instalar telecomunicaciones para los sordos.
  • Reestructurar los empleos, por ejemplo, permitiendo una semana laboral de diez horas/cuatro días para que un trabajador pueda recibir tratamiento médico semanal.
  • Modificar los exámenes y el material de capacitación, por ejemplo, dar más tiempo para hacer un examen o permitir que se haga oralmente en lugar de por escrito.
  • Proporcionar una cantidad razonable de licencia sin goce de sueldo adicional para tratamiento médico.
  • Contratar lectores o intérpretes para ayudar a un empleado.
  • Proporcionar especialistas temporales en el lugar de trabajo para ayudar en la formación, y,
  • Trasladar a un empleado en el mismo puesto a otro lugar para obtener una mejor atención médica.

Estos son sólo algunos de los posibles acondicionamientos. Las posibilidades están limitadas sólo por la imaginación del empleado y del empleador, así como de la realidad de que uno o más de estos ajustes podrían ser económicamente imposibles en un lugar de trabajo determinado.

Negociando un acondicionamiento.

Como se puede imaginar, la ADA ha dado lugar a otra cosecha de expertos en el lugar de trabajo, todos ellos deseosos de dar consejos a los empleadores sobre lo que deben hacer para cumplir con la ley. La mayoría ofrece algún tipo de lista de control o lista de pasos a seguir para ayudar a cumplir las disposiciones de la ADA.

En realidad, las listas de verificación son especialmente valiosas para los empleados que quieren conseguir o mantener un trabajo. Si usted tiene una discapacidad, estará en la mejor disposición posible para negociar al acercarse a un empleador potencial con las respuestas a las preguntas de su lista.

Aquí hay algunas cosas para considerar:

  • Analice el trabajo que quiere y aísle sus funciones esenciales.
  • Redacte con precisión qué limitaciones relacionadas con el trabajo impone su condición y anote cómo pueden ser mejoradas con las adaptaciones.
  • Identifique las posibles adaptaciones y evalúe la eficacia de cada una de ellas al momento de realizar el trabajo.
  • Estime el tiempo que cada acondicionamiento podría ser utilizado antes de que se requiera un cambio.
  • Documente todos los aspectos del acomodamiento, incluyendo el costo y la disponibilidad.

Dificultades.

La ADA no exige a los empleadores que hagan adaptaciones que les causen una dificultad o gasto significativo. Para demostrar que un acomodamiento particular presentaría una dificultad excesiva, un empleador tendría que demostrar que este era demasiado costoso, extensivo o perjudicial para ser adoptado en el lugar de trabajo.

La EEOC, como la agencia federal responsable de la ADA, ha establecido añgunos fcatores que determinan cuando una adaptación en particular representa una dificultad excesiva para un patrón:

  • La naturaleza y el costo del acondicionamiento,
  • los recursos financieros del empleador. Un empleador grande, obviamente, podría pagar mucho más por un acondicionamiento que un negocio familiar,
  • la naturaleza del negocio, incluyendo el tamaño, la composición y la estructura, y
  • los gastos de acondicionamiento llevados a cabo en el lugar de trabajo.

No es fácil para los empleadores demostrar que un acondicionamiento es una dificultad excesiva, ya que las dificultades financieras por sí solas no suelen ser suficientes. Los tribunales buscarán otras fuentes de dinero, incluyendo créditos y deducciones fiscales disponibles para hacer algunos ajustes, así como la voluntad del empleado con capacidades diferentes de pagar todos o parte de los costos.

Cuando el dinero no lo es todo.

Según los expertos en ergonomía y acondicionamiento laboral, la cantidad de dinero que los empleadores tendrían que pagar para adaptarse a la discapacidad de un trabajador en particular es a menudo sorprendentemente baja:

  • El 31% de los acondicionamientos no cuestan nada.
  • 50% cuestan menos de $50 dólares.
  • 69% cuestan menos de $500 dólares.
  • 88% cuestan menos de $1,000 dólares.

A continuación se enumeran algunos de los problemas más comunes que han surgido recientemente, así como sus accesibles soluciones.

Problema: Una persona tiene un trastorno ocular. El resplandor en la pantalla de la computadora le causa fatiga.
Solución: El empleador compró una pantalla antirreflejante por $39 dólares.

Problema: Un individuo perdió el uso de una mano y ya no puede usar una cámara. La compañía le proporcionó un trípode, pero este era demasiado engorroso.
Solución: Un sujetador de cintura, como el que se usa para llevar banderas, permite al individuo manipular la cámara y mantener su trabajo. ¿Costo? $50 dólares.

Problema: Una costurera no podía usar tijeras ordinarias debido al dolor en su muñeca.
Solución: La empresa compró un par de tijeras ergonómicas con resorte por $18 dólares.

Problema: Una recepcionista, que es parcialmente ciega, no podía ver las luces del teléfono que indicaban si las líneas telefónicas estaban sonando, en espera o en uso.
Solución: La compañía compró una sonda de luz, un producto parecido a un bolígrafo que detecta un botón iluminado, por $45 dólares.

Problema: Un técnico médico sordo no podía oír el zumbido de un temporizador, que era necesario para pruebas de laboratorio específicas.
Solución: Se colocó una luz indicadora por $26.95 dólares.

Problema: Una persona que usa una silla de ruedas no puede usar un escritorio porque éste es demasiado bajo y sus rodillas no pasan por debajo de él.
Solución: El escritorio fue levantado con bloques de madera, permitiendo una cantidad adecuada de espacio para que la silla de ruedas quepa debajo de él. ¿Costo? Nada, los bloques ya estaban ahí.

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