Visa de prometido o visa de matrimonio ¿Cuál es la opción más económica?

Si usted es un ciudadano o ciudadana estadounidense, su prometido vive en el extranjero y desea que éste emigre a los Estados Unidos, tiene una importante decisión que tomar. ¿Debería traer a su pareja a los Estados Unidos como su prometido con una visa K-1 o sería mejor casarse antes de comenzar el proceso ante las oficinas de inmigración?

Entre las cuestiones a tomar en cuenta, están el tiempo, sus preferencias personales en cuanto a dónde realizará la ceremonia de boda y los gastos (su presupuesto).

Diferencia de costos entre la visa de prometido K-1 (K-1 Fiancé Visa) y la visa de matrimonio (Marriage-Based Visa).

Los costos de los procesos de visado de matrimonio y K-1 involucran más que solo tarifas de visa y boletos de avión. Como mínimo, deberá pagar varias formas de viaje, uno o dos exámenes médicos y otras tarifas gubernamentales.

  • Tarifas gubernamentales. Las tarifas de solicitud de inmigración cambian con frecuencia, por lo que le recomendamos verificar la lista actual de tarifas de presentación de USCIS para conocer los formularios necesarios y sus costos en ambas opciones de visa. También considere que si su prometido tiene hijos y estos también emigrarán, se debe presentar el formulario I-485 o el DS-260.

A principios de 2019, las tarifas de presentación para la visa de prometido eran los siguientes:

      • $535 dólares para el Formulario I-129F (presentado ante USCIS)
      • $265 dólares para solicitar la visa K1 (pagada al consulado)
      • $1,225 dólares para el Formulario I-485 (presentado ante USCIS). Incluye la tarifa biométrica.

Eso eleva la tarifa gubernamental total a $2,025 dólares.

Para el proceso de visa de inmigrante (por matrimonio), a partir del 2019, las tarifas de presentación fueron de:

      • $535 dólares a USCIS para el Formulario I-130
      • $325 dólares al Departamento de Estado de los EE. UU. para solicitar la visa.
      • $120 dólares al Departamento de Estado para la declaración jurada (affidavit of support processing).

De aprobar, también deberá pagar una tarifa de inmigrante a USCIS (de $220 dólares) Esto hace que las tarifas gubernamentales asciendan a un total de $1,200 dólares.

  • Costos de exámenes médicos. Los exámenes médicos son un requisito que, en primera instancia, debe cumplirse en el país de origen del ciudadano no estadounidense. Una vez en Estados Unidos, el USCIS (United States Citizenship and Immigration Services) revisará el examen médico de su prometido. No es raro que existan pequeños problemas, como la falta de alguna vacuna. Esta clase de inconvenientes significan que el examen médico tendrá que repetirse en los Estados Unidos, con costos que van desde los $80 hasta los $350 dólares o más.
  • Costos de viaje. Finalmente, antes de solicitar una visa de prometido la pareja interesada debió haberse reunido en persona, cara a cara, al menos una vez durante los dos años anteriores a la fecha de la petición de visa. Esta reunión debe quedar registrada en el formulario I-129F (K-1 Fiancé Visa). Existe una excepción a esta regla, pero muy pocos casos califican a ella. Si usted y su prometido o prometida han llevado su relación en línea y hace mucho o incluso nunca se han visto en persona, el ciudadano estadounidense tendrá que viajar para encontrarse con su prometido (inmigrante) antes de comenzar el proceso. En caso de haber contraído matrimonio (vía Skype o proxy) la pareja igual deberá reunirse para consumar dicha unión.

Tanto si solicita una visa de prometido como si ya está casado y solicita una visa matrimonial, el ciudadano no estadounidense deberá acercarse al consulado de los Estados Unidos en su país de origen al menos una vez, para asistir a una entrevista.

Requisitos de ingreso.

Al buscar una visa de prometido o matrimonial, los ingresos y/o activos del ciudadano estadounidense deben estar por encima de cierto nivel para poder traer a un prometido o cónyuge a los Estados Unidos. Esto es para que el ciudadano no estadounidense no se convierta en una “cargo pública”.

  • Si se casa primero y luego solicita que su cónyuge emigre a los Estados Unidos, debe demostrar que sus ingresos y/o activos no están por debajo del 125% del índice federal de pobreza. Este índice varía con frecuencia, por lo que le recomendamos revisar antes el formulario I-864P del USCIS para conocer las cifras actuales.
  • Si aún no está casado y presenta una solicitud para que su prometido emigre a los Estados Unidos, debe demostrar que sus ingresos y/o activos no están por debajo del 100% del índice federal de pobreza.
  • Por último, cuando llegue el momento de que el prometido no-ciudadano de los Estados Unidos solicite una tarjeta de residencia (Green Card) en los Estados Unidos, deberá cumplir con el requisito más alto, del 125%. Pero para entonces, el ingreso de su hogar puede haber mejorado (si su pareja ha conseguido ya un trabajo) de tal manera que pueda alcanzar este nivel.

¿Y, si no cumplo los requisitos?

Si no puede cumplir con los requisitos del índice de pobreza, ni siquiera al nivel del 100%, lo más probable es que el próximo paso sea completar el formulario de declaración jurada de patrocinio económico” (Formulario I-864), el cual es un contrato que firma una persona para usar sus recursos financieros y respaldar al inmigrante que se designa en la declaración jurada.

La persona que firma la declaración jurada de patrocinio económico se convierte en patrocinador una vez que el inmigrante se convierte en residente permanente legal. Cabe mencionar que la declaración jurada es un contrato legalmente vinculante y la responsabilidad del patrocinador generalmente permanece en efecto hasta que la persona se convierte en ciudadano estadounidense.

Deja un comentario